Mi experiencia en la fotografía de bodas comenzó en 2019, y a lo largo de los años he tenido el honor de capturar momentos únicos en diversas locaciones de la República Dominicana. He trabajado en la mayoría de las iglesias de la Zona Colonial y en varias partes del país, desde hermosas sesiones en Constanza, Jarabacoa, Baní, Ocoa, Chavón (La Romana), hasta el majestuoso Jardín Botánico de Santo Domingo. Cada lugar ofrece un escenario único y, como fotógrafo, me encanta aprovechar esas vistas y ambientes para crear recuerdos inolvidables. Mi enfoque es siempre personal y auténtico, buscando capturar no solo imágenes, sino también las emociones y los detalles que hacen especial cada boda.